Todas tenemos metas. Grandes, pequeñas, personales, laborales… sueños que nos hacen vibrar. Pero seamos honestas: muchas veces esos sueños se van quedando en pausa. ¿Te ha pasado?
En este espacio quiero hablarte como amiga, como colega, como mujer que también ha tenido que sacudirse, replantear y volver a empezar. Aquí te comparto 10 razones que me han ayudado a entender por qué a veces no estamos avanzando, y cómo podemos empezar a hacerlo con más intención y menos autoengaño.
1. No sabes exactamente qué quieres
A veces estamos tan en modo “cumplir” que se nos olvida soñar con dirección. No basta con decir “quiero ser feliz” o “quiero mejorar”. Define qué significa eso para ti. Escríbelo, atrévete a ser específica. Las metas claras no solo inspiran: te dan un mapa.
2. Te falta acción, no ideas
Ideas tienes mil, lo sé. Pero no has dado el paso. Y no porque no puedas, sino porque esperas el “momento perfecto”. Ese que (spoiler) no existe. Empieza hoy, aunque sea con un paso mini. Lo importante es moverte. La claridad llega haciendo, no esperando.
3. La disciplina no ha sido tu mejor amiga
Empezaste con todo… pero luego llegó el cansancio, la rutina, las excusas. Y ahí se fue esa constancia que necesitabas. Disciplina es hacer lo que dijiste que harías, incluso cuando ya no tienes ganas. Y créeme, se entrena.
4. No estás 100% comprometida
Decir “quiero” es fácil. Pero ¿qué estás dispuesta a dar a cambio? Tiempo, esfuerzo, foco, incluso incomodidad. Compromiso no es un post bonito en redes. Es elegir todos los días, incluso cuando no se nota. Y cuando lo haces, la vida lo nota.
5. Dejas que el miedo decida por ti
A veces el miedo viene disfrazado de “no es el momento”, “mejor después”, “no estoy lista”. Pero el miedo no es el enemigo. La parálisis sí. Atrévete a hacer las cosas aunque tiembles. Al otro lado de esa barrera hay cosas increíbles.
6. Tu mente necesita reset
Tu diálogo interno define tus límites. Si te hablas con juicio, miedo o duda, te estás frenando sola. Cuida tu lenguaje interior. Cree en ti, incluso cuando nadie lo ve aún. No es ego, es autoconfianza.
7. Te rodeas de energía que no te impulsa
El entorno importa. Mucho. Si te rodeas de personas negativas o que no creen en el cambio, lo más probable es que termines apagando tu chispa. Rodéate de energía que te eleve. Gente que sueñe, que haga, que se atreva.
8. Te dispersas demasiado
Querer hacer todo es no hacer nada bien. Elige en qué quieres enfocarte, y dale con todo. El foco te da dirección, y la dirección te lleva a destino. Menos multitasking, más intención.
9. Te rindes antes de ver resultados
No todo llega rápido. Y eso no significa que no va a llegar. Muchas veces abandonamos justo antes del giro de la historia. Sé paciente, constante y realista. Lo bueno toma tiempo.
10. Estás soltando tu poder personal
La culpa no es de “afuera”. Deja de buscar culpables, empieza a buscar soluciones. Toma tu historia y hazla tuya. Las protagonistas no esperan que el guión cambie: lo escriben.
? Reflexión final
Todo tiene una causa. Y cada decisión, cada hábito, cada pensamiento… está construyendo tu futuro. El éxito no es casualidad. Es una consecuencia.
Así que sí, cuestiona. Ajusta. Vuelve a empezar. Pero sobre todo: hazlo por ti.
Y si algo de esto te resonó, compártelo. A veces un mensaje así llega justo cuando alguien lo necesita.
Mercadotecnia y desarrollo de Proveedores
Alejandra Chacón es especialista en marketing digital, estrategias de contenido y alianzas comerciales en el sector eléctrico. Como Coordinadora de Marketing y Alianzas en Energía y Redes, su enfoque se centra en el desarrollo de estrategias de posicionamiento, generación de contenido de alto valor y fortalecimiento de relaciones con proveedores y clientes.
Su experiencia en mercadotecnia aplicada al ecommerce le ha permitido impulsar el crecimiento y visibilidad de Energía y Redes, consolidando su presencia como el principal marketplace especializado en materiales y equipos eléctricos en México.